LOS SUELOS

Actividad 3

Estudio: La fertilidad de los huertos de Secastilla.


 Desde el 1 de junio hasta el 1 de noviembre del 2021 se llevó a cabo un estudio de la fertilidad de los huertos de Secastilla para determinar de qué manera las prácticas agrícolas desarrolladas por las personas que los gestionan afectan a la estructura natural del suelo, su biota y a las interacciones ecológicas existentes entre ambos. Con ello se quiere conocer si una gestión del huerto que mantenga, en la máxima medida, la integridad de este ecosistema es más favorable para la salud del suelo o, en cambio, si lo sería un manejo del huerto con técnicas convencionales (uso de pesticidas, herbicidas, medios mecanizados para labrar, etc.) para aumentar la productividad de las plantas hortícolas.

 

Para ello se ha llevado a cabo una metodología concreta de estudio con la finalidad de que puedan ser aprendidas y utilizadas por los propios campesinos para que puedan hacer un seguimiento de la calidad de sus huertos.

 

Los objetivos de este estudio son: 

1. Comparar la estructura del suelo, la diversidad florística y la comunidad de artrópodos de huertos gestionados de una forma ecológica con huertos trabajados de forma convencional.

 2. Conocer la salud del suelo de los huertos a partir del uso de plantas arvenses como indicadoras de calidad.

 3. Conocer la salud del suelo de los huertos a partir de la comunidad de artrópodos que habitan en él.


 

Material y Métodos

Zona de estudio

El estudio se realizó en dos zonas donde existen huertos trabajados por campesionos y campesinas para el propio consumo: Una zona localizada en La Fuente y otra en la Aldea de Puy de Cinca. En La Fuente se estudiaron 4 huertos: tres de ellos trabajados en mayor medida de forma ecológica, y uno de forma convencional, ya que se utilizan productos químicos para controlar las plagas de las hortícolas. Dentro de la zona de La Fuente diferenciaremos los tres huertos ecológicos como 1, 2 y 3, mientras que el huerto de cultivo convencional lo nombraremos como 4 (Figuras 1, 2, 3, 4 y 5). Cada uno de estos huertos es gestionado por personas distintas. En la Aldea de Puy de Cinca estudiamos 4 huertos que se han cultivado en su mayoría de forma ecológica, y diferenciaremos estos huertos de la Aldea de Puy de Cinca como A, B, C y D (Figuras 5, 6, 7 y 8). Estos cuatro huertos son gestionados por la misma familia. Todos los huertos han sido labrados con motocultor, excepto los huertos A, B y D de la Aldea de Puy de Cinca, que fueron labrados con tractor. El labrado de la tierra con motocultor y tractor no se corresponde con una gestión ecológica del huerto, no obstante, todos los huertos excepto el 4 de La Fuente, evitan el uso de agrotóxicos. Por esta razón, consideraremos todos los huertos excepto el número 4 de La Fuente como huertos ecológicos.  En todos los huertos Se han utilizado fertilizantes naturales. En los huertos de La Fuente han utilizado el mismo estiércol: una mezcla de vaca, oveja y gallinaza. En los huertos de la Aldea de Puy de Cinca se utiliza estiércol de burro y cabra.

 

En todos los huertos de La Fuente se ha hecho un control de las plantas arvenses arrancándolas o cortándolas excepto en el caso del huerto 1, que no se hace un control de las malas hierbas y se muestran abundantes en la parcela. En la Aldea de Puy de Cinca no se ha podido hacer una gestión de sus huertos desde mediados de junio del 2021, de manera que tampoco se ha hecho un control de las plantas adventicias.

 

 

 

Análisis de las propiedades físicas y químicas del suelo

 

·         Muestreo

Se llevaron a cabo entre el 10 y 20 de septiembre. En cada huerto se obtuvieron muestras de suelo para analizar la estructura, la textura, la capacidad de campo, la densidad aparente y la porosidad. Para determinar la estructura se cogió una muestra de suelo por huerto, cada una de las cuales estaba constituida por tres réplicas. Cada réplica consiste en un bloque de suelo con una pala cuadrada o de jardinero (29 x 20 cm) a una profundidad de 29cm siguiendo un criterio aleatorio. Para la textura, capacidad de campo, densidad aparente y porosidad, se utilizó un cilindro de PVC de 5.5 cm de diámetro, que se clavó con la ayuda de un martillo a una profundidad de 15 cm. El volumen de suelo obtenido constituiría una réplica. Se recogieron 3 réplicas al azar por cada huerto, que constituirían una muestra.

 

Para determinar la textura, capacidad de campo, densidad aparente y porosidad, se necesitaría obtener la fracción de tierra fina de la muestra. Para ello, se dejó secar la muestra de suelo en una bandeja expuesta al aire a temperatura ambiente durante días. Una vez seca la muestra, se separó la tierra fina (fracción de partículas de suelo de diámetro inferior a 2mm) de la gruesa (partículas de suelo de diámetro superior a 2 mm) con un tamiz de poro de 2mm.

 

·         Método de la pala

 

Este método se basa en una modificación de aquel inicialmente propuesto por Peerlkamp (1959), quien desarrollo una escala para evaluar la calidad de la estructura del suelo. Es un método de determinación de la estructura del suelo que generalmente se realiza directamente en campo. El método consiste en la extracción de un bloque de suelo del horizonte superficial con la ayuda de una pala (29 cm de largo x 20 cm de ancho en nuestro caso), se separan los agregados por sus planos de debilidad natural y se dejan expuestos para su observación los diferentes tamaños de agregados. En los agregados obtenidos se evalúa, mediante la utilización de una tabla guía, características como tamaño, forma, presencia de aristas y porosidad. La evaluación final corresponde al producto de la puntuación de cada horizonte por su espesor y se pondera por la profundidad total considerada (Ball et al., 2007).

   Tabla 1. Clasificación de la estructura del suelo en basada en la evaluación visual

                                              Fuente: Ball et al 2007

 

·         Textura

La textura del suelo se estimó por simple tacto de la muestra de la tierra fina mediante el método de los filamentos propiciados por Duchaufour (1975) propuesto por Tamés y Peral (1958) y modificado y recopilado por Cobertera (1993).

·         Densidad aparente, porosidad y capacidad de campo

Se pesaron 100g de tierra fina y seca al aire que luego se introdujeron en una probeta. Después de eso se anotó el volumen ocupado por el suelo (V1). A continuación, se añadieron 5 mL de agua destilada y se dejó reposar la muestra de suelo en oscuridad durante 24h. Transcurrido este periodo de tiempo, el agua habrá drenado libremente dejando en condiciones de capacidad de campo la zona superior de la columna del suelo. Se midió el volumen del suelo seco (V2). La diferencia (V1 – V2) es la zona de la columna de suelo en condiciones de capacidad de campo.

 

Capacidad de campo:                        CC (%) = (V / (V1 – V2)) · 100

 

Densidad aparente:               Da (g/m3) = Peso seco del suelo / V1

 

Porosidad:                              P (%) = ( 1 – da/dr ) · 100

                                               dr = 2.65 g/cm3

·         Análisis de laboratorio

Se cogió una muestra de 0.5kg de suelo repartidos en zonas elegidas aleatoriamente del huerto 4 de La Fuente y otros 0.5 kg repartidos entre los cuatro huertos de la Aldea de Puy de Cinca para hacer un análisis de las propiedades químicas del suelo de un huerto ecológico y de un huerto cultivado de forma convencional. Las muestras se enviaron al laboratorio Ilersap para analizar la textura, pH, conductividad eléctrica (CE), materia orgánica oxidable, Carbobato cálcico equivalente, Caliza activa, N, Ca, Na, K, Azufre, Magnesio, Boro, Hierro, Manganeso, Zinc, Cobre y Fósforo.

 

Muestreo y análisis de la flora arvense

 

Se llevó a cabo entre el 10 y 20 de septiembre del 2021. Se identificaron las especies vegetales arvenses de toda el área de cada huerto. En el caso de no reconocer alguna especie in situ, fue colectada y posteriormente identificada con la ayuda de una guía botánica. Se hizo un inventario de las especies de cada huerto y se determinó la cobertura de cada una de ellas. La cobertura de la vegetación permite una estimación de su biomasa por estratos verticales. La biomasa refleja el desempeño de las especies vegetales en el flujo de materia y energía de las comunidades. La cobertura puede ser evaluada para cualquier forma vegetal, y puede ser estimada visualmente cuando la comunidad es observada como un todo. La abundancia-cobertura de las especies fue establecida según Braun-Blanquet (1979) (Tabla 2).

 

Para determinar las características del suelo de cada huerta a partir de la flora arvense que se desarrolla en ellas, se utilizó una guía de plantas bioindicadoras (Ducerf 2011).

Muestreo y análisis de los artrópodos edáficos

Se llevó a cabo entre el 10 y el 20 de septiembre del 2021. En cada huerto se dispusieron 3 potes de orina llenos de agua y jabón (trampas pitfall) enterrados hasta que la boca del pote estuviera alineada con la superficie del suelo. Los potes se colocaron siguiendo una distribución al azar. Una semana después, se recogieron los potes y, mediante una lupa estereoscópica, se observaron y clasificaron los artrópodos hasta el nivel de morfoespecie con la ayuda de una clave de identificación (Ribera et al 2015).

 

Resultados y Discusión

Características del suelo de los huertos de Secastilla

La textura del suelo es una propiedad de gran interés que se relaciona directamente con los procesos de degradación y potencial de producción (White, 2005). La caracterización de un suelo es esencial para determinar su apropiado manejo y realizar planificación agrícola. La textura indica el contenido de partículas de arena, limo y arcilla en el suelo. Así mismo, influye en otras propiedades como la densidad aparente, la porosidad y, por lo tanto, el movimiento y el almacenamiento de fluidos (agua y aire) en el suelo (Lacasta et al., 2005). El análisis de la textura de los suelos de los huertos estudiados en La Fuente y en la Aldea de Puy de Cinca, dio el mismo resultado para todos ellos. Mediante el método de Tamés y Peral, se humedeció una muestra de tierra fina (con un diámetro de las partículas < 2mm) con agua destilada y se hizo con éxito una bola de 2.5 cm de diámetro. A continuación, se consiguió hacer un cilindro de 0.5 cm de diámetro, pero, a la hora de hacer una herradura con él, se formaron grietas. Esa característica indica que la textura del suelo es franca, es decir, son suelos que contienen aproximadamente un 25% de arcillas (McDonald et al 1994) y menos del 50% de arena, tienen porosidad equilibrada que permiten buena aireación y drenaje. Estos suelos son considerados los ideales para la producción agrícola por su capacidad productiva, disponibilidad de agua y nutrientes, aunque a medida que se incremente la proporción de limo aumenta la posibilidad de compactación en el suelo (FAO 2019). Los análisis llevados al laboratorio mostraron que el suelo del huerto 4 de La Fuente presenta una textura franca, con unas proporciones de arcilla del 26.8%, de arena del 29% y de limos del 44.2%. También indicaron que los huertos de la Aldea de Puy de Cinca presentan suelos francos con unas proporciones de arcilla del 25.6 %, de arena del 34.1 % y de limos del 40.3% (Tabla 3 y 4).

La densidad aparente se define como el peso seco del suelo por unidad de volumen de suelo inalterado, tal cual se encuentra en su emplazamiento natural, incluyendo el espacio poroso (Pinot, 2000). La densidad aparente del suelo es un buen indicador de sus propiedades, como la compactación, porosidad, grado de aireación y capacidad de infiltración, lo que condiciona la circulación de agua y aire en el suelo, los procesos de establecimiento de las plantas (emergencia, enraizamiento) y el manejo del suelo (Doran y Parkin, 1994). Para analizar la densidad aparente, porosidad y capacidad de campo de la tierra fina se deshicieron los agregados del suelo antes de tamizar la muestra, de manera que los resultados obtenidos nos proporcionan información sobre las propiedades de la textura, que depende de la composición mineral, orgánica y disponibilidad de agua, y no sobre el grado de compactación del suelo, que puede estar afectado por el tipo de manejo. Para conocer el grado de compactación se debe conservar la muestra de suelo sin alterar los agregados. La densidad aparente de los huertos de La Fuente y de la Aldea de Puy de Cinca presentan unos valores entre 1.02 y 1.23 g·cm-3 que son típicos de suelos francos en buenas condiciones de aireación y de circulación de agua (valores de Da > 1.4 g·cm-3 indican compactación del suelo) (Tabla 5).

La porosidad es el porcentaje en volumen del suelo que no es ocupado por partículas sólidas. Los poros del suelo son espacios que alojan agua, gases y la actividad biológica del suelo (Baver, 1972). La porosidad representa el volumen total de poros. La capacidad de almacenamiento y movimiento del agua, ya sea en el suelo o en la relación agua - suelo – planta, la tasa de difusión de los gases del suelo y el crecimiento radicular, resultan no solo de este volumen total, sino también de la distribución por tamaño de estos poros (Olson, 1985). Los cambios que puedan darse en la porosidad del suelo pueden acentuarse por la acción del ser humano (cultivos, laboreo a la misma profundidad, pisoteo del ganado y circulación de maquinarias entre otras). Los valores normales de porosidad del suelo oscilan entre 40 y 60 % (Olson, 1985). En los suelos de La Fuente y de la Aldea de Puy de Cinca se encontraron valores de porosidad de, aproximadamente, entre el 50% y 60% (Tabla 5). Los suelos de textura franca presentan gran variabilidad de poros y son las que poseen mayor capacidad de retención de agua disponible para las plantas a pesar de que su porosidad es intermedia (50%) (Lanfranco y Alconada 2020).

La capacidad de campo (Cc) corresponde al límite superior de agua disponible para las plantas y representa la humedad del suelo después del drenaje del agua contenida en los macroporos por acción de la gravedad. Esta condición de humedad del suelo es la más favorable para que se produzca la absorción de agua y de nutrientes por parte de las plantas. La capacidad de campo varía en función de factores como la estructura del suelo. Los resultados de capacidad de campo obtenidos en este estudio mostraron que todos los huertos excepto el 2 de La Fuente presentan valores por debajo del 28% (Tabla 5), que es el típico de los suelos francos (Williams et al. 1983). Los huertos de la Aldea de Puy de cinca presentan suelos con una menor capacidad de retener el agua y, por tanto, una menor agua disponible para las plantas. La textura franca es la que presenta una mayor agua disponible para las plantas porque no es tan compacta como los suelos arcillosos, ni tan porosa como los arenosos. El hecho de que la mayoría de huertos estudiados tengan valores por debajo del normal posiblemente se deba a un bajo contenido en materia orgánica, que promueve la adsorción del agua, que se ha visto reducida como consecuencia de la pérdida de la estructura del suelo debido al labrado con medios mecanizados.

Uno de los factores que influye en las funciones del suelo es su estructura y uno de los indicadores más empleado para su estudio es la estabilidad de agregados. La agregación del suelo es el resultado de la floculación, cementación y el reacomodo de las partículas del mismo (Six et al., 2000) y es controlada por el contenido de carbono orgánico del suelo (COS), la biota, las asociaciones iónicas y el contenido de arcillas y carbonatos (Duiker et al., 2003). Según Six et al. (2000) la formación y estabilización de agregados se lleva a cabo por la unión de materia orgánica particulada (MOP) unida a excreciones de microorganismos y mucus de lombrices. La estructura del suelo es definida como la forma en que se agrupan las partículas individuales de arena, limo y arcilla generando espacios vacíos denominados poros (Bronick y Lal, 2005). La estructura está relacionada directamente con las fases sólida, líquida y gaseosa del suelo, y en particular con su dinámica. Es de vital importancia para el funcionamiento del suelo ya que regula el flujo de agua, nutrientes y el almacenamiento y el flujo de gases, lo cual influye en la actividad y desarrollo de los organismos vivos (Angers y Caron, 1998).  Cuando observamos el perfil del suelo de 29 cm de profundidad de los huertos de La Fuente, observamos que todos ellos presentan 2 estructuras distintas, mientras que los huertos de la Aldea de Puy de Cinca presentan 3 (Tabla 6). Todos los suelos de La Fuente carecen de estructura en los primeros centímetros de profundidad, es decir, prácticamente no se detecta la presencia de agregados. Esto es debido al uso del motocultor como herramienta para labrar el suelo. Esta máquina rompe la gran mayoría de agregados de partículas del suelo hasta la profundidad que alcancen sus cuchillas, y disminuyen la formación de nuevos microagregados dentro de macroagregados y la protección que la materia orgánica del suelo ejerce sobre estos microagregados. Lo mismo ocurre con los huertos de la Aldea de Puy de Cinca, excepto en el huerto número 4, donde aproximadamente los primeros 15 cm presentan una estructura compacta. En este caso, los campesinos utilizan un tractor para labrar el suelo, que puede tener una acción más agresiva de destrucción de los agregados. Estas técnicas no solamente destruyen los componentes físicos del suelo si no, también, la biota asociada, perdiéndose así las interacciones existentes para que el suelo funcione como un ecosistema. Si la actividad microbiana, de la mesofauna y de la macrofauna decrece, disminuye la formación de agregados y eventualmente se generarán perturbaciones.  Estos suelos se son fácilmente erosionables por la acción del viento, y compactables por las fuertes lluvias, riego y pisoteo. Por debajo de estos primeros 20 cm de profundidad, el suelo de todos los huertos presenta una buena estructura, con agregados porosos con raíces entre ellos y fácilmente quebradizos, mostrando que no existe compactación. En el caso de los huertos A y B de la Aldea de Puy de cinca, el suelo se muestra muy compactado en los últimos centímetros muestreados, probablemente como consecuencia del peso del tractor. Los horizontes compactados de los huertos A, B y D presentan terrones muy grandes con aspecto de bloque horizontal, difíciles de romper, con pocos poros y de pequeño diámetro y con pocas raíces entre ellos. Este suelo tiene pocos espacios de aireación y de infiltración del agua. Como consecuencia, el agua circula de forma horizontal formándose este tipo de bloques que no permiten el correcto desarrollo de las raíces de las plantas y que tan importantes son en la función natural del suelo. Habrá menos materia orgánica y menos microorganismos en los poros de los agregados que la descompongan y, por tanto, menos nutrientes disponibles para las plantas y otros seres vivos. En momentos de alta irrigación o fuertes lluvias, la poca capacidad de drenaje del suelo favorecerá el encharcamiento dando lugar a la anoxia del suelo, pudiendo generar la muerte de plantas y otros organismos por falta de oxígeno.

Los análisis químicos del suelo del huerto 4 de La Fuente y de los huertos de la Aldea de Puy de Cinca mostraron que el primero presenta un exceso de muchos elementos minerales y de materia orgánica oxidable (Tabla 3). Eso es debido, probablemente, a un exceso de fertilización con abonos de origen animal. Este exceso de nutrientes no podrá ser absorbidos por las plantas y pueden dar lugar a la salinización del suelo y contaminación de los acuíferos por el lixiviado de estos elementos por el agua de riego o lluvias. En el caso de los huertos de la Aldea de Puy de Cinca, no se observan unos niveles de nutrientes en exceso en comparación con el huerto 3, a pesar de que los nitratos, Magnesio, Calcio y Hierro presentan valores altos, posiblemente debido también a una alta carga de abonos animales (Tabla 4).

Composición florística

Los huertos de la Aldea de Puy de Cinca presentan una mayor cobertura vegetal de plantas adventicias (A=55%, B=80%, C=50% y D=90%) comparados con los de La Fuente (1=90%, 2= 45%, 3= 50% y 4=60%). Dentro de los huertos de la Fuente hay poca variación en el número de especies, habiendo un máximo de 12 en el huerto 1 y de 9 en los huertos 2 y 3 (Tabla 7). El huerto 1 presenta una mayor abundancia y diversidad de especies debido a la no eliminación de las plantas arvenses, a diferencia de los otros 3 huertos. La mayor abundancia y diversidad específica en la Aldea de Puy de Cinca podría deberse, por un lado, a la no eliminación de las hierbas adventicias por parte de los campesinos durante meses y, por otro, a la presencia de los burros que pastan en libertad, hecho que promueve la diversidad vegetal y la fertilización del suelo. Este hecho podría favorecer la formación de agregados del suelo y la recuperación de la estructura natural del suelo. En el huerto D se observa que la vegetación presenta un tamaño mucho menor que en el resto de los huertos de la Aldea de Puy de Cinca. Esto probablemente se deba a que el suelo es poco profundo como consecuencia de la compactación del horizonte más superficial.

En el huerto 1 de La Fuente, la presencia de las especies Xanthium spinosum, Portulaca oleracea, Cynodon dactylon, Malva sylvestris y Xanthium strumarium nos informan en conjunto de que el suelo tiene un pH básico, hay un exceso de Ca, poca aireación debido a la compactación del suelo, y un exceso de nitrógeno. La especie Chenopodium álbum aparece de forma abundante, se relaciona con un exceso de nitrógeno en el suelo.

En el huerto los huertos 2, 3 y 4 de La Fuente, la abundancia de Portulaca oleracea indica que el suelo está compactado, a pesar de que la mayor presencia de esta especie se encuentra en las zonas de paso. No obstante, la presencia de otras especies como Malva sylvestris, Cynodon dactylon, Erigeron sp., Polygonum aviculare y Silybum marianum dentro el huerto, indican en conjunto que el suelo está compactado y erosionado. La presencia de Chenopodium álbum, Solanum nigrum, Malva sylvestris y Setaria sp. está relacionada con un exceso de nitrógeno en el suelo. La abundancia de Urtica dioica en el huerto 4 y su presencia en el huerto 3, nos dice que hay un exceso de agua en un suelo con poca aireación.

En los huertos de la Aldea de Puy de cinca, destaca la compactación de sus suelos por la abundancia de especies como Cynodon dactylon, Portulaca oleracea, Malva sylvestris, Erigeron sp. y Polygonum aviculare, y la presencia de Verbascum sinuatum en los huertos A y D es señal de suelo erosionado y poco profundo. La presencia de Chenopodium álbum, Xanthium sp., Solanum nigrum, Malva sylvestris y Setaria sp. está relacionada con un exceso de nitrógeno en el suelo.

 

 

Abundancia y diversidad de artrópodos      (Imágenes en el ANEXO "B".)

En los huertos de La Fuente, no se obtuvieron resultados de la comunidad de artrópodos de los huertos 1 y 2 debido a que las trampas pitfall fueron removidas y/o destruidas por, probablemente, animales silvestres. Solamente las muestras recogidas en el huerto 3 se consideraron representativas de los Cultivos Ecológicos de este lugar. En la Aldea de Puy de Cinca también hubo pérdidas significativas de trampas en la parcela número 1, supuestamente por la misma causa y, por esta razón, no se ha tenido en cuenta a la hora de discutir los resultados.

Los individuos colectados en los huertos de La Fuente y de la Aldea de Puy de Cinca se agrupan en nueve taxa: Collembola, Hymenoptera, Diptera, Hemiptera, Coleoptera, Orthoptera, Araneae, Acari e Isopoda. En la muestra del cultivo ecológico de La Fuente encontramos un total de 37 individuos correspondientes a los taxa Hymenoptera, Diptera, Hemiptera, Coleoptera e Araneae (con unas abundancias del 37.8%, 29.7%, 10.8%, 10.8% y 10.8% respectivamente) (Tabla 8, Figura 2), mientras que en el cultivo convencional encontramos un total de 10 individuos que pertenecen a los taxa Collembola, Hymenoptera, Diptera, Coleoptera e Isopoda (con unas abundancias del 40%, 20%, 10%, 20% y 10% respectivamente.). En los cultivos ecológicos de la Aldea de Puy de Cinca encontramos un mayor número de individuos y una mayor diversidad de taxa comparados con los dos cultivos de La Fuente. En el huerto 2 se han registrado 117 individuos pertenecientes a los taxa Collembola, Hymenoptera, Diptera, Coleoptera, Orthoptera y Araneae (con unas abundancias del 27.4%, 14.5%, 46.2%, 7.7%, 0.9% y 3.4% respectivamente), en el huerto 3 se han colectado 50 individuos de los taxa Collembola, Hymenoptera, Diptera, Hemiptera, Coleoptera y Orthoptera (con unas abundancias del 28%, 12%, 34%, 2%, 22% y 2% respectivamente), y en el huerto 4 se han obtenido 1440 individuos correspondientes a los nueve taxa descritos (con un 70.9% de colémbolos, un 1,32% de himenópteros, un 25.7% de dípteros, un 0.42% de hemípteros, un 0.97% de coleópteros, un 0.07% de ortópteros, un 0.35% de arañas, un 0.21% de ácaros y un 0.07% de isópodos) (Tabla 9, Figura 2).

La comunidad de artrópodos es más abundante y diversa en los cultivos ecológicos en comparación con el cultivo convencional. Dentro de los cultivos ecológicos, la Aldea de Puy de Cinca presenta una mayor abundancia y diversidad en comparación con el huerto de La Fuente. Esta diferencia probablemente se deba a que en la Aldea de Puy de Cinca se dejaron de trabajar los huertos desde finales de junio, permitiendo el crecimiento y diversificación de la vegetación arvense que, a su vez, facilitaría un mayor desarrollo de la mesofauna. El laboreo y eliminación manual de las plantas adventicias en el huerto ecológico de la Fuente habría perturbado las condiciones propicias de desarrollo de los artrópodos, así como la materia orgánica asociada de la que se alimenta.  Por otro lado, el uso de sustancias químicas para controlar las plagas en el huerto cultivado de forma convencional sería la causa de la poca presencia de los artrópodos en esta parcela.

Los sistemas conservacionistas tienden a preservar la estructura del suelo, mejorar la disponibilidad de nutrientes y, debido a la presencia de gran cantidad de rastrojo en superficie, a reducir el efecto de la erosión y la pérdida de agua del perfil (Studdert y Echeverría, 2002). Adicionalmente, estas condiciones influyen sobre la dinámica de los microinvertebrados. La presencia de una cubierta vegetal proporciona un ambiente especial continuo y de alimento esencialmente ilimitado tanto en el espacio como en el tiempo para los organismos del suelo. Esto afecta la descomposición de los residuos vegetales directamente a través de la ingestión, trituración y redistribución de la materia orgánica (Castro-Huerta et al., 2015) e indirectamente, actuando sobre la dinámica de los hongos y de las bacterias (Gizzi, 2009; Di Ciocco et al., 2014).

   

 

Relación entre la comunidad de artrópodos y las características del suelo

En este estudio se ha detectado una escasa presencia de Colémbolos en el huerto convencional y una gran abundancia en los huertos de Puy de Cinca. Por otro lado, no se detectaron ácaros en los huertos de La Fuente, y sí que hubo registros en los huertos de la Aldea de Puy de Cinca. Estos dos grupos forman parte de los microartrópodos, que constituyen un eslabón intermedio en las redes tróficas del suelo muy importante, ya que realizan la función de depredadores y de presas, canalizando así la energía que captan de la microflora y la microfauna del suelo hacia la macrofauna en niveles tróficos superiores (Coleman et al. 2004). Son reconocidos por su papel activo en la descomposición de la materia orgánica, el ciclo de nutrientes, la productividad agrícola, el crecimiento de las plantas y la mejora de las condiciones fisicoquímicas y biológicas del suelo (Vasconcellos et al., 2013). Por sus acciones digestivas, los artrópodos del suelo y la hojarasca forman agregados estabilizados y descomponen las sustancias químicas resistentes, mejorando así la disponibilidad de nutrientes para las plantas y los microorganismos (Lavelle, 1997). Los artrópodos saprófagos afectan la descomposición al alimentarse de la basura, mezclarla con el suelo y mediante la regulación de la microflora del suelo (Suift et al., 1979). Un uso del suelo de forma intensa tiene un efecto negativo sobre las poblaciones de ácaros (Bedano et al. 2006). La ausencia de estos artrópodos, así como la escasez de colémbolos en los huertos de La Fuente sugiere que el uso recurrente del motocultor constituye un método muy agresivo para la estructura del suelo, y la eliminación de las plantas arvenses dificulta la recuperación de las poblaciones de estos organismos y, a la vez, de la composición natural del suelo. La abundancia de colémbolos y la presencia de ácaros en los huertos de la Aldea de Puy de Cinca indican que los meses de no labranza están favoreciendo la recuperación de la estructura del suelo. 

 

En los huertos de la Aldea de Puy de Cinca se observó una mayor abundancia de dípteros en comparación con los huertos de La Fuente. Esto nos informa de una mayor abundancia de materia orgánica muerta en el suelo que está siendo descompuesta y de estiércol (Frouz, 1999), como puede ser aquella procedente de los burros que pastan libremente en la zona. En el huerto 3 de la Fuente presenta una población mayor de dípteros que en el huerto 4.

 

Los himenópteros son más abundantes en los huertos de la Aldea de Puy de Cinca que en los de la Fuente. En esta última zona, el huerto 3 presenta una mayor abundancia que en el 4. Los himenópteros, en particular las hormigas, indican que el suelo es rico en oligoelementos, como el hierro (Wali y Kannowski, 1975), y en nitratos (Amador y Görres, 2007).

 

En la Aldea de Puy de Cinca también hay una mayor abundancia de coleópteros cuya presencia suele estar relacionada con una pérdida de la estructura del suelo está relacionada con una mayor compactación del suelo (Kromp 1999)

          

 

Conclusiones

Los huertos de las dos zonas estudiadas presentan una falta de estructura de los suelos en los primeros 20 cm de profundidad de promedio como consecuencia del labrado con motocultor. En el caso de los huertos de la Aldea de Puy de Cinca, el uso del tractor a dado lugar a la compactación del suelo. La poca presencia de agregados en la mayoría de los huertos y, en el caso de la Aldea de Puy de Cinca, la presencia de terrones muy compactos, nos hace saber que estos suelos, a pesar de tener un elevado contenido en arcillas, tienen poca agua capacidad de retener agua y, por lo tanto, poca agua disponible para las plantas; pocos poros con que den lugar a la aireación del suelo, y unas condiciones poco favorables para la instalación de la mesofauna (artrópodos) y la microfauna, necesarias para descomponer la materia orgánica y para la mineralización del suelo.

Algunas plantas adventicias que crecen en estos huertos, tales como Xanthium spinosum, Portulaca oleracea, Cynodon dactylon, Malva sylvestris y Xanthium strumarium ya nos informan de la falta de estructura de los suelos, que se muestran compactados y erosionados. Por otro lado, el probable exceso de fertilizantes de origen nitrogenados, y la menor capacidad de las plantas y organismos vivos de aprovechar los nutrientes, está dando lugar a que haya un exceso de N, tal y como nos indican las especies Chenopodium album, Malva sylvestris, Solanum nigrum y Xanthium sp., que pueda dar lugar en el futuro a la contaminación de las aguas subterráneas.

La escasa presencia de artrópodos en el huerto 4 de La Fuente se debe, probablemente, al uso de pesticidas, hecho que elimina un eslabón imprescindible para el funcionamiento de la cadena trófica y para la estructura natural del suelo. La gestión más respetuosa con la microfauna, mesofauna y macrofauna de los huertos ecológicos ha permitido que exista una mayor diversidad y abundancia en el huerto 3 y en los huertos de la Aldea de Puy de Cinca. En estos últimos, la abundancia de colémbolos y dípteros, y la presencia de ácaros probablemente indican el inicio de la recuperación de la estructura del suelo debido al abandono de las prácticas agrícolas durante meses, permitiendo así la regeneración natural del suelo.

 

 

Taller el suelo: un ecosistema vivo

El taller se desarrolló con la asistencia de 25 personas, tanto campesinas y no campesinas de Secastilla como de otras regiones como Zaragoza interesadas en el tema y la práctica a desarrollar. Se introdujo al grupo el concepto de suelo como organismo vivo. Se habló de las interrelaciones entre los microorganismos, la mesofauna, la macrofauna, los vegetales, y la parte mineral del suelo, constituyendo un sistema que se retroalimenta y que se necesita para la supervivencia de cada una de sus partes. Se debatió sobre el conocimiento que tenemos de los suelos, de si los métodos usados en la agricultura desde el inicio de la Revolución Verde benefician o perjudican a este ecosistema. Se explicó el estudio de fertilidad de los suelos del proyecto, la metodología para llevarlo a cabo y se compartió estos conocimientos con los asistentes para que puedan hacer uso de estas técnicas y hacer sus propias evaluaciones de la salud del suelo de sus huertos. Para ello se les enseñó el método de la pala para la evaluación de la estructura del suelo cogiendo muestras de suelo de los huertos de algunos de los asistentes y haciendo un diagnóstico en el momento. También se introdujo el uso de las plantas arvenses como indicadoras de la calidad de los suelos y se hizo una observación de algunas de las plantas que crecían en algunos de los huertos y un diagnóstico de la salud del huerto. También se introdujo a los asistentes sobre los artrópodos, sobre su importancia en los suelos y sobre la información que nos pueden proporcionar sobre su calidad. Para ello se hizo una observación de los artrópodos obtenidos mediante un trampeo en algunos huertos de los asistentes. Se utilizó una lupa binocular para su observación y una clave dicotómica para su clasificación.

 

Referencias

 

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Anexo

 

Figura 1. Huertos de La Fuente, Secastilla.

 

Tabla 2: escala de abundancia-dominancia de Braun Blanquet con la que se determinó la cobertura vegetal

 

 

Tabla 3. Análisis de pH, Conductividad eléctrica, elementos minerales y de la textura del huerto 4 de La Fuente.

                                                                    Fuente: Ilersap

 

 

Tabla 4. Análisis de pH, Conductividad eléctrica, elementos minerales y de la textura de los huertos de la Aldea de Puy de Cinca.

Fuente: Ilersap.

 

 

Tabla 5. Capacidad de campo (CC), densidad aparente (da) y porosidad (P) del suelo de los huertos de La Fuente y de la Aldea de Puy de Cinca.

 

 

Tabla 6. Índices de estructura del suelo basados en la evaluación visual (método de la pala) de los huertos de La Fuente y de la Aldea de Puy de Cinca.     

                                              

 

 

 

Tabla 7. Listado de especies vegetales y su abundancia en los huertos de La Fuente y de la Aldea de Puy de Cinca.

 

 

Tabla 8: Listado de taxones de artrópodos y su abundancia de los huertos 3 y 4 de La Fuente. 

 

 

Tabla 9: Listado de taxones de artrópodos y su abundancia de los huertos de la Aldea de Puy de Cinca.

 

 

 

 

 

 

 

Fig. 2. Abundancia de los taxones de artrópodos en los tres tipos de cultivo estudiados.

 

 

 

ANEXO, "B".   LOS ARTROPODOS EN LA HUERTA DE SECASTILLA. 

  

 

  

 

 

 

Actividad 4

Taller teórico-práctico. El suelo, un ecosistema vivo.




Justificación

La biodiversidad del suelo refleja la variedad de organismos vivos. Se compone de innumerables organismos no visibles a simple vista tal como los microorganismos (ej. bacterias, hongos, protozoarios y nematodos), la mesofauna (ej. ácaros, colémbolos) y la más reconocida macrofauna (ej. lombrices y termitas). Las raíces de las plantas también se pueden considerar como organismos del suelo por su relación simbiótica y su interacción con otros componentes del suelo.

Estos diversos organismos interactúan entre sí y con las diversas plantas y biota del ecosistema, formando un complejo sistema de actividad biológica. Los organismos del suelo aportan una serie de servicios fundamentales para la sostenibilidad de todos los ecosistemas. Estos servicios no sólo son decisivos para la función de los ecosistemas naturales, sino que constituyen un recurso fundamental para el manejo sostenible de los sistemas agrícolas. (FAO, www.fao.org/soils-portal/soil-biodiversity/es/).

La biodiversidad del suelo, junto con un alto número de parámetros físico-químicos, son responsables de su fertilidad. Sin embargo, por la dificultad que representa considerarlos todos, resulta útil y práctico seleccionar los más informativos y confiables, y que sean funcionales al momento de tomar decisiones de manejo. Se requiere una prueba que pueda utilizar tanto el agricultor como el consultor y el investigador. En este taller se quiere enseñar a los asistentes el “test de la pala”, una forma sencilla y rápida de evaluar la calidad de la estructura del suelo basándose en una clave visual vinculada a varios criterios. Además, se quiere hacer una introducción a la  identificación de las plantas adventicias como indicadoras de la calidad del suelo.

Desarrollo de la actividad

Taller teórico-práctico en el que se introdujo a los/as asistentes a la biodiversidad de los suelos y su importancia en la estructura y la calidad de éstos. En la parte práctica, en el campo, se explicó una técnica sencilla pero muy precisa para determinar la calidad del suelo. Esta técnica se basa en observaciones visuales de la estructura del suelo in situ y del enraizamiento de las plantas. También se habló de las plantas arvenses acompañantes de los cultivos como indicadoras del estado del suelo. Las observaciones infirieron aspectos relacionados con la fertilidad y con las condiciones físicas del suelo, de las que depende la capacidad de enraizamiento de los cultivos, así como la diversidad de organismos. También se realizó una práctica de identificación de artrópodos como indicadores de la calidad del suelo.

Recursos y materiales

Pala, cuchillo, cinta métrica, bolsa de plástico, ordenador, proyector, material didáctico, lupa binocular, lupas, dossier, material pedagógico

Fechas, lugar y técnico

Duración de la actividad: 3 horas

Fechas de realización: 25 de septiembre de 2021

Hora: 10:00h

Lugar: Huertas de La Fuente en Secastilla

Realiza la actividad: Jordi Fernández, doctor en biología por la Universidad de Barcelona (UB)

Asistencia

25 personas





 

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